lunes, 7 de diciembre de 2009

miércoles, 11 de noviembre de 2009

Expulsada del estrado una abogada musulmana por llevar pañuelo


La letrada presenta una queja ante el CGPJ contra el juez de la Audiencia Nacional Gómez Bermúdez por "abuso de autoridad y discriminación"

MÓNICA CEBERIO BELAZA - Madrid - 11/11/2009

Zoubida Barik Edidi posa con el pañuelo que llevaba en el juicio.- ULY MARTÍN


La abogada Zoubida Barik Edidi, de origen marroquí y nacionalidad española, estaba ya sentada en el estrado de una sala de vistas de la Audiencia Nacional, con su toga puesta, cuando el juez Javier Gómez Bermúdez la obligó a abandonar el estrado. Es musulmana y llevaba un pañuelo cubriendo su pelo. El magistrado consideró que con esa prenda no podía ejercer su labor como letrada. Barik, que el pasado 29 de octubre asistía a un juicio por terrorismo islamista para prestar apoyo a otro compañero, cogió sus cosas y se marchó, pero ha presentado una queja ante el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) por el comportamiento del magistrado por "discriminación" y "abuso de poder". No entiende por qué es incompatible su pañuelo con la dignidad de la sala de vistas.
La vestimenta que deben llevar los abogados en los tribunales está regulada en el Estatuto General de la Abogacía, de 2001. Su artículo 37 sólo obliga a que vistan "toga", y añade que "adecuarán su indumentaria a la dignidad y prestigio de la toga que visten y al respeto a la Justicia". No prohíbe cubrirse el pelo. El Estatuto anterior, de 1982, exigía además de la toga "traje, corbata, zapatos negros y camisa blanca". Pero tampoco prohibía al letrado llevar tapada parte de la cabeza. El Reglamento 2/2005 de Honores, Tratamiento y Protocolo en los Actos Judiciales Solemnes recoge, en su artículo 33, que los abogados, en los actos jurisdiccionales, deben usar toga y "traje o vestimenta acorde con la solemnidad del acto". De nuevo, nada sobre este tema.
Zoubida Barik, de 39 años, se colegió como abogada en Madrid el pasado febrero. Había estudiado Derecho en la universidad Mohammed V en Rabat (Marruecos), y tuvo que hacer unos cursos para que le homologaran la licenciatura en España, donde vive desde 1994 y donde ha trabajado como mediadora cultural con mujeres marroquíes. Durante estos meses ha asistido a una decena de juicios, y nunca le habían llamado la atención por el pañuelo. "Ningún juez me ha pedido que me lo quite", asegura. "Han sido todos muy amables porque eran mis primeros juicios. Sólo una vez, en la sala de togas, un compañero me preguntó extrañado si me dejaban entrar en la sala con pañuelo".
El pasado 29 de octubre acudió a un juicio de la Audiencia Nacional por terrorismo islamista acompañando a otro letrado. El asunto lo tramitaba la sección primera de la Sala de lo Penal, presidida por el magistrado Javier Gómez Bermúdez. Era el mismo caso en el que se prohibió a una testigo prestar declaración con burka. Pero, en esa ocasión, se argumentó que era necesario que al menos los abogados, los jueces y el fiscal vieran la cara de la testigo para poder interrogarla en condiciones.
Este caso es muy distinto. Barik no llevaba burka ni velo cubriendo su rostro. Sólo un pañuelo morado que tapaba su pelo. La letrada asistía como apoyo de otro compañero, y se sentó junto a él en el estrado. El primer día que ella participó en el juicio como letrada no pasó nada. Nadie le llamó la atención. "No sé si el magistrado Gómez Bermúdez no se dio cuenta o si después se arrepintió de no haberme dicho nada", señala la abogada.
El segundo día, según su relato, cuando el juez la vio, le dijo: "Señora, no puede estar aquí". Cuando preguntó la razón, él respondió que las partes no podían llevar la cabeza cubierta con un pañuelo. "El reglamento sólo exige obligación de la toga", respondió ella, ante lo que el juez replicó que ésa era su sala y que ése era su criterio. Cuando ella se marchó, según uno de los letrados, Gómez Bermúdez explicó que se trataba de una decisión personal.
"No me dio ninguna explicación", se queja Barik. "Me veo privada de un derecho que es fundamental para mí. ¿Para qué pago mis cuotas al Colegio si después no me van a dejar hacer mi trabajo?", se pregunta. "Sin pañuelo no voy a ser abogada".
El magistrado Gómez Bermúdez rehusó ayer, a través de su secretaria, hacer ninguna declaración sobre la cuestión. Los hechos han sido confirmados por tres abogados que estaban presentes en la sala de vistas y que aseguran que se quedaron muy sorprendidos por la actitud del juez. La asociación Preeminencia del Derecho ha presentado también una queja por estos hechos ante el Poder Judicial y la Asociación Europea de Abogados Demócratas está estudiando el caso.
En su denuncia ante el servicio de inspección del CGPJ, Barik afirma que los hechos "pueden ser constitutivos de una falta grave o muy grave de abuso de autoridad y discriminación". Entiende que se ha obstaculizado "un derecho profesional por un elemento de la vestimenta que carece de toda trascendencia procesal". La letrada también ha pedido amparo al Colegio de Abogados de Madrid. "Quiero saber si esto me puede volver a pasar en otro juzgado, si puedo o no ejercer mi profesión. Sólo quiero que se aclare y que me den una respuesta".

miércoles, 4 de noviembre de 2009

MEZQUITA NO! (2005) Alberto Aranda, Guillermo Cruz

La Asociación de Mujeres Inmigrantes vive una gran fiesta intercultural y étnica por la igualdad

15/10/2009 Castellón, España
MOSAICO DE RAZAS Y TRADICIONES

Razas Janet, Rebecca, Silvia, Irene y Carmen. Foto:MEDITERRÁNEO

La Asociación de Mujeres Inmigrantes de Castellón (Amiunca), a través del colectivo de las residentes nigerianas, celebró una fiesta reivindicativa en pro de la igualdad y derechos femeninos.
Entre las participantes estuvieron Janet David y Rebecca Olumefoh, de Nigeria; Silvia e Irene Gómez (presidenta de Amiunca), de Perú; y Carmen Calixto, de Ecuador.
Tampoco faltaron las nigerianas Itoahn Joseph y Josephine David; Julia Trullenque, de Bolivia, y Cristina Tasca, de Rumanía. Una fiesta que es prólogo al encuentro de mujeres inmigrantes que se celebrará el próximo domingo en el Pinar, con la colaboración de la Fundación Isonomía de la Universitat Jaume I. Un evento que será una manifestación de tradiciones, costumbres y gastronomía de los países de las mujeres inmigrantes que residen en nuestra ciudad.
La presidenta de Amiunca invita a los castellonenses a participar en estas celebraciones que se desarrollarán durante todo el día.

miércoles, 7 de octubre de 2009

EL LARGO CAMINO DE LAS TEMPORERAS MARROQUÍES

Enrique Rubio. EFE. 13/01/09.

Vienen de las aldeas más remotas, todas dejan atrás a algún hijo, y, aunque temen al frío, no tienen miedo de abandonar sus casas y viajar a España, donde 14.853 temporeras marroquíes ayudarán este año a recoger la fresa.
El número de mujeres marroquíes que participarán en la campaña en la provincia de Huelva, de las cuales 9.095 lo harán por primera vez, es superior a las 13.600 de la pasada y no deja de crecer desde las 760 que se contrataron en 2004.
En Mohamedía, una ciudad dormitorio de Casablanca, cientos de mujeres se agolpan esta semana en la Casa de la Juventud, con la esperanza de ser una de las elegidas para recoger la fresa en Huelva a partir de febrero.
Engalanadas con sus mejores túnicas, que dan al proceso un toque colorido y casi festivo, esperan en el patio a que un representante de la agencia marroquí de empleo (ANAPEC) diga su nombre por un megáfono.
Nayat Chlih ha salido de madrugada de su pueblo en la provincia de Kenitra, al este de Casablanca, para meterse en un autobús y viajar durante siete horas hasta llegar a Mohamedía.
Ha dejado en la cama a su hija de cinco años, algo que volverá a hacer cuando embarque en Tánger hacia España, donde recibirá 37 euros brutos por cada jornada de seis horas y media de trabajo.
"No hay problema", dice, en un precario español, respecto a la separación. "Son tres meses nada más, y a cambio volveré con mucho dinero que necesitamos. Sólo me da miedo el frío".
Las temporeras, que pueden ahorrar entre 3.000 y 4.000 euros en cada campaña, tienen que ocuparse sólo de su manutención, ya que el viaje desde Tánger y el alojamiento corren a cargo del empresario, como explicó a Efe el alcalde de Cartaya (Huelva), Juan Antonio Millán, verdadera "alma máter" de este proyecto.
Prácticamente todas las mujeres que superaron la primera criba de la ANAPEC, cerca de un 95 por ciento, serán contratadas.
Pero cada año los criterios se han vuelto más selectivos para asegurarse de que el número de temporeras que se quedan en España cuando expira su contrato sea el menor posible.
Para ello, los empleadores aceptan sólo a mujeres, de 18 a 45 años, con experiencia en el mundo rural y que tengan hijos, lo que les impulsa a regresar a su país.
Sin embargo, Ahman Zeit, responsable de ANAPEC en el centro de contratación de Mohamedía, apunta otros dos criterios que se persiguen: "Tratamos de que no tengan familia en España, y también de que provengan de pueblos lo más alejados posible de núcleos urbanos, para que no estén 'contaminadas' por la ciudad".
Una de estas mujeres, Fatma Benamour, velada al igual que todas sus compañeras, explicó a Efe su necesidad de ser seleccionada para conseguir el dinero suficiente para las medicinas de un hijo minusválido.
Apenas sabe algo de España, ni conoce a nadie que haya estado allí, pero tiene claro que, en cuanto ahorre algo, volverá para atender a sus cinco hijos.
"El primer año no regresó de España ningún temporero, pero ya el año pasado la tasa de retorno fue del 95 por ciento", explica Millán, orgulloso del modelo de "inmigración circular" que se aplica en Cartaya y que ha sido citado por el Gobierno español como un ejemplo para los países de la Unión Europea.
Nada más firmar sus contratos, las mujeres se someten a un "curso de sensibilización", donde la ANAPEC explica, a través de charlas y vídeos, cuáles son las costumbres en España y ofrece consejos prácticos para las temporeras.
Las marroquíes suponen ya el 40 por ciento de las mujeres extranjeras que participan en la recogida de la fresa, según la Consejería de Trabajo de la Embajada española en Rabat.
¿Qué tienen estas mujeres para que sus servicios sean cada vez más valorados por los agricultores españoles?
"Casi todas vienen del campo, saben lo que tienen que hacer y tratan la fresa con delicadeza. Además, su adaptación suele ser buena y no dan muchos problemas", explica María José Martín, técnico laboral de Freshuelva, desplazada a Mohamedía para el proceso de selección.
Cuando finalice su labor el jueves, Martín habrá visto pasar por delante a miles de mujeres que comparten un sueño: ganar dinero en España para sacar adelante a sus familias.

HIJAB (2005) Cortometraje de Xavier Sala